"Jaime Penagos y las Redes Sociales"

Título a lo J.K. Rowling, pero con un tema terrenal (aunque no tanto). En este post quiero contarles por qué me salí de Facebook.


Mi primer acercamiento a las redes sociales se dió cerca al 2006, cuando en Colombia empezó el boom de MySpace. Le había escuchado a alguien de Estados Unidos que era chévere, y tales... pues bueno, me dió por probar qué era la cháchara al respecto. Mi percepción fue sencilla: era intrigante; primera vez que podía establecer conversaciones con personas de otros países, de otras ciudades e incluso de otras formas de pensar, y eso me pareció muy atrayente de esta red social. Ahí conocí algunas personas con las cuales aún mantengo contacto en internet. Puntos extra para MySpace.

Pasó el tiempo y salió en Colombia el Facebook. Ya tenía yo la "emoción" ganada con MySpace y quise probar esta nueva red social: no pasó más de 1 semana cuando ya me había contactado con gente que no veía hacía mucho tiempo (cerca de 8 años) y me sirvió para retomar relaciones de amistad perdidas ya hace tiempo, así como contactar personas que comparten intereses similares a uno.

Hace poco (creo que en el 2009), empezó a sonar Twitter en Colombia. En mi caso, no encontraba razón para usar esta red, pero de todas formas quise conocer de qué trataba. Me fui dando cuenta entonces que para cada red social se debe tener cierta disposición de uso, puesto que cada una tiene una intención final (relación red-usuario) diferente. En el caso específico de Twitter, el encanto veo que radica en una relación directa entre una persona y otra (sea celebridad, empresa u otro). Creo que ir directamente a la fuente y comentar la duda o lo que sea que uno tiene es interesante ("@beethoven lo felicito por sus 9 sinfonías! están del carajo! #BeethovenRules").

Cada cosa tiene su vigencia: poco a poco empecé a alejarme de MySpace y me fui dando cuenta que realmente no estaba usando esta red social. Decidí entonces salirme, para ahorrar esfuerzos y no desperdiciar tanto tiempo en internet (--- no es que haya cambiado mucho esto, eh Blogger? ---). Lo mismo ha estado pasando desde hace un tiempo (más de un año, creería yo) con Facebook: cada vez que entro me encuentro con juegos sin sentido, invitaciones a probar "qué animal extinto eres?", "cómo moriste en tu vida pasada?", etc, el spam (que encuentra siempre la forma de contactarlo a uno), las invitaciones a grupos que no me interesan, etc...

Después de mucho pensar (aunque realmente no fue tanto) decidí salirme de Facebook. No me había dado cuenta del tiempo que estaba desperdiciando: Facebook se había convertido en un mal hábito que se había filtrado en mi inconsciente. Decidí entonces invertir ese tiempo y esa mala costumbre en algo diferente (quizás por eso estoy escribiendo algo en este blog), y he visto buenos frutos al respecto.

No sé si sea definitivo, tal vez en el futuro me toque reabrir esta cuenta, pero algo es claro: no siento que desperdicio (tanto) el tiempo en internet, o bueno... sí lo desperdicio pero en otras cosas.

Para finalizar esta reflexión, supongo que me aburriré algún día de Twitter y Google+, pero bueno... por ahora será disfrutar mientras le encuentro el gusto.